Expansión y contracción; Mahashivaratri y luna nueva en Shatabhisha, Acuario, 26-28 febrero 2025

Leo Kenney; Landscape and Void, 1983, acuarela y gouache en papel Goyu,
Seattle Art Museum. 
Fuente: https://art.seattleartmuseum.org/objects/33373/landscape-and-void?ctx=ea3f7e52-7572-47b8-8ca4-08b2fc92b9dd&idx=16

Según las tradiciones del Shivaísmo-Shaktismo no dual, la realidad se despliega, repliega y manifiesta a través de la expansión y la contracción de la conciencia-energía. En este baile constante de conciencia y consciencia auto reflexiva de dotar a la chispa creativa de actividad en su lienzo, nos encontramos. No somos nosotros los que respiramos realmente, sino ese Todo El que nos respira, La que nos respira. Shiva y Shakti. 

Nosotros lo que hacemos es aprender a fluir con el dictamen de Su inhalación y Su exhalación, aprendemos a detenernos en la pausa, en la retención y en la suspensión. Aprendemos a Ser, y no simplemente a “estar” en diferentes estados…

Shiva, como símbolo del Gran Yogi suspendido en la eternidad que otorga la Nada del no-tiempo y no-espacio está sumido en su meditación profunda. Con los ojos cerrados, todo existe en Él sólo como posibilidad, como trascendencia. Y Ella, Shakti, le abre los ojos al mundo y Él se enamora. Ella cae, y cae por el esquema elemental, materializando la realidad de lo más sutil a lo más burdo, desprendiendo el Todo en partes en las que vive Él en esencia, multiplicándose, reflejándose, mientras Ella va conociéndose en separación para recordar que siempre están unidos. 

El gran problema de nuestro mundo es esta idea de que siempre debemos estar en expansión. En producción contínua. Viviendo hacia afuera constantemente. Nuestros sistemas políticos, sociales, económicos, van totalmente en contra de la esencia de la realidad que se equilibra entre expansión y contracción. La contracción, la pausa, el olvido, son necesarios. La disolución. La entrega. La rendición. No todo puede ser crear, sino que para renacer hay que morir. Para recrear hay que destruir. Y esa es la labor de Shiva. 

Mahashivaratri es Su gran noche, donde se celebra al Auspicioso. La dicha llega cuando el veneno es transmutado. Como Shiva cuando bebe el hala hala, el veneno surgido de la Gran Batida del Océano de Leche (Samudra Manthan), y con la ayuda de Shakti lo alquimiza en su garganta. De su pecho nace entonces una flor, la Datura, que siempre se entrega en ofrenda sólamente a Shiva. Lo interesante es que esta flor conocida en el Subcontinente Indio desde hace milenios, es completamente venenosa, y a la vez, ha sido utilizada en la medicina Ayurveda para transmutar toxinas y metales. Gracias al sacrificio de Shiva-Shakti, los devas pueden acceder al amrita, al elixir inmortal que nace de las profundidades del océano. Hilando con la anterior luna llena en Ashlesha, en el veneno está la cura. Mahashivaratri celebra esta historia y esta transmutación. ¿Qué estamos alquimizando en el alambique de nuestras psiquis? 

Aprender a morir antes de la muerte física es una práctica en sí misma basada en la confianza y en el discernimiento sobre la capacidad de la Vida de entregarnos lo que necesitamos en cada momento. Nuestras decisiones personales, si se alinean con el deseo universal, surgen espontáneamente del corazón. Es una consciencia auto reflexiva que nos ayuda a entrar en el reconocimiento de lo que Es. Y es a través de esa danza entre el olvido y el recuerdo, entre la contracción y la expansión, donde nos damos cuenta de que siempre Somos. Sin necesidad de elegir ser nada, de repente, lo somos Todo.

Tras las noches oscuras sin luna cuando celebramos a la Gran Conciencia que es representada por Shiva el 26-27 de febrero, llega la culminación de la unión del sol, Shiva, y la luna, Shakti, en una luna nueva el 28 de febrero, que ocurre en la nakshatra de Shatabhisha, en Acuario. 

Shatabhisha se traduce como “los 100 sanadores” y está formada por muchas estrellas dentro de lo que consideramos el signo de Acuario, de las cuales las estrellas más brillantes son Sadachbia y Fomalhaut. 

Bheshaja Shakti, el poder de sanar, rige este lugar del cielo. De nuevo conecta con el tema de sanar a través de mirar de frente, e integrar, aquello que estaba oculto y que ahora surge a la superficie. 

El símbolo de Shatabhisha es un círculo vacío. El Vacío, el Abismo, que lo contiene todo en su estado trascendente, eterno, fuera del espacio y del tiempo. Y que también representa que ese Todo se encuentra dentro de los límites de la circunferencia; el Todo siempre se encuentra en cada parte. Lo trascendente se encuentra en lo inmanente, y viceversa. No hay diferencia entre lo que se encuentra dentro del círculo, fuera del círculo, o incluso, el límite que crea la ilusión de su separación. 

La deidad que rige esta nakshatra es Varuna, uno de los Adityas, que rige los océanos profundos de la tierra y del cielo. Se dice que las estrellas son sus ojos, y a veces se le representa portando una vasija llena de soma, amrita, elixir inmortal. 

Todos estos tránsitos astrológicos pueden entenderse simbólicamente, intuitivamente, con nuestros procesos internos y personales. Los mitos, los símbolos, son como perlas hiladas en el collar de nuestra propia historia. Esta luna nueva nos habla de transformación, de transmutación, de alquimia psíquica. Una vez pudimos ver el veneno en Ashlesha nakshatra y aprendimos a rendirnos a él, ahora, encontramos el significado, aprendemos a ver la cura, el camino hacia la sanación. Comenzamos a aprehender con el corazón. Comenzamos a entender intuitivamente porqué hemos tenido que transitar por la oscuridad. Comprendemos que la contracción antecede a la expansión; que hay momentos para recordar, y otros para olvidar. Descansamos en la sabiduría que entrega sabernos siempre en el momento adecuado, en el tiempo divino. Descansamos en la realización de que en el equilibrio entre opuestos es dónde encontramos el centro. Danzamos y danzamos en total armonía con el tiempo y el espacio que nos toca vivir, guiados por el deseo innato de Ser quiénes siempre hemos venido a ser; una ola en el gran océano universal, una chispa de luz reflejada en el agua, una parte que lo contiene Todo en la eternidad del no-tiempo y no-espacio materializado en el aquí y ahora. 

Gracias por leerme y acompañarme, y que este período de tiempo nos ayude a conocernos profundamente y descansar en la naturaleza del Ser. Feliz Mahashivaratri y feliz luna nueva; ojalá que aprendamos a morir para poder renacer en total integridad. 

Para más información astrológica, mitológica y simbólica, incluídos los demás planetas y tránsitos, puedes ver mi vídeo en Youtube.

Om Namah Shivaya! Jai Ma!

Danah


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